La atleta del Playas de Castellón, que ha arrancando la temporada venciendo en su prueba de 1.500 en la Copa de Europa sub-20 de clubes, ha vuelto a entrenar a España tras un año en una universidad americana en la que la ordenaban competir todos los fines de semana. “No podía ni opinar. Me decían que me debía a la universidad”.  

“No hay mejor manera de empezar una temporada que consiguiendo algo importante”, razona Agueda Muñoz, la atleta de Playa de Castellón que colaboró decisivamente ganando su prueba de 1.500 metros en la medalla de plata que logramos en la Copa de Europa sub-20 de clubes. “Pero no hay que dejarse impresionar por las victorias, sino hacer caso al día a día que es el que me marcará el camino”, añade la atleta del Playas, a los 19 años, en esta temporada en la que ha regresado a vivir a España tras un año en Estados Unidos, en una Universidad de Nueva York, cuyo recuerdo no le hace “especialmente feliz, sino todo lo contrario”. 

Agueda marchó el año pasado a estudiar su primer año de la carrera de Logopedia a esa universidad “con la intención de dar la misma importancia a los estudios que al atletismo, porque tengo depositadas grandes esperanzas en el atletismo. De pequeña, cuando mi madre me llevaba a correr, no podía pensar que iba a llegar a tener las posibilidades que ahora tengo, y de ahí que desee aprovecharlas”. Sin embargo, en Estados Unidos encontró un mundo, “en el que, efectivamente, mejoró mi nivel de inglés”, pero en el que deportivamente salió demasiado decepcionada. De ahí que hoy su discurso sea la consecuencia de todo aquello. 

“Quizá yo no sea neutral con este tipo de aventuras americanas”, acepta. “Pero puedo relatar mi caso en el que, en buena medida,fui con los ojos cerrados y eso es lo que nunca puedes hacer. Tienes que preguntar, tienes que informarte, tienes que saber adonde vas”, insiste Agueda Muñoz  que, una vez que regresó a España, en concreto a Madrid, que es donde entrena ahora, dijo “por fin”. “Allí tenía los medios, pero no me convencía el método de entrenamiento. No me convencía porque me ordenaron competir casi todos los fines de semana. Y, especialmente, en pista cubierta re cuerdo que era un no parar. Y, como te daban una beca por correr, tenías que obedecer. No podías hacer lo que querías. No podías ni debatirlo siquiera”.

Agueda recuerda que cuando le decía a su entrenador, “prefiero no correr” o “estoy cansada”, éste le contestaba: “Tienes que cumplir con la universidad”. De ahí que la atleta segoviana del Playas de Castellón corriese multitud de pruebas en Estados Unidos, “allí priorizan  carreras de fondo, cross, 5.000….”. No quedaba tiempo para entrenar. “Al competir continuamente, era imposible. Te tenías que reservar para los fines de semana. Estabas continuamente así. Una semana tras otra de manera que, cuando me marché tenía 4’23” en 1.500, que es mi prueba, y al regresar conseguí salvar la temporada en 4’24” en el mitin de Huelva. Pero creo que no fue por como había entrenado durante el año”.

 Hoy, su deseo no es el de confundir ni desanimar a nadie  al pensar en Estados Unidos como la tierra prometida. “Igual tuve mala suerte, no lo lo sé. Igual fue culpa mía, porque no me informé lo suficiente. Pero mi conclusión es que sólo debes marchar donde realmente quieres ir, porque es muy difícil rendir en un sitio donde no estás a gusto durante tantos meses”. La realidad es que esta temporada ha comenzado para Agueda con un logro sobresaliente en la Copa de Europa de clubes sub-20. “Estoy entrenando en Madrid con Arturo Martín, que es el mismo entrenador de Fernando Carro, que acaba de ser subcampeón de Europa, y por ahora me siento muy bien. Sólo pienso en el día a día, en responder a lo que yo misma espero de mí en el atletismo y en una distancia como el 1.500 que quiero que sea mi distancia, porque es la que más me gusta”. 

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