El deporte mundial repite una palabra sobre todas las demás, ‘incertidumbre’. Es lo que sienten todos los deportistas por no saber qué va a pasar con sus respectivos calendarios porque nadie sabe a ciencia cierta en qué va a quedar esta crisis del coronavirus. Se espera que sea un trance pasajero, pero es más una sospecha que una evidencia. Y esto tiene un agravante de vital importancia, que ha llegado en año olímpico y Tokio sigue sin tomar una decisión definitiva, aunque cada día que pasa las sospechas por el aplazamiento de los Juegos son más evidentes.
“Yo lo que quiero es que se sepa algo definitivo porque estamos inquietos, entrenando a tope pero en malas condiciones y eso genera mucho agobio. Necesitamos saber qué va a pasar para poder adaptarnos”, cuenta Ignacio Fontes, uno de los mejores medifondistas españoles. “Yo creo que deberían aplazarse porque aunque se hagan no serían muy lúcidos, ya que la gente no va a poder llegar en su mejor momento”.
La reflexión de Fontes se empieza a hacer extensible a todo el deporte mundial, mientras el Comité Olímpico Internacional no se postula de forma clara.
Con este estrés invadiendo la vida de nuestro atleta, él, poco a poco, se va acostumbrando a este confinamiento. “Está siendo bastante duro para mí, la verdad. Estoy acostumbrado a vivir en la calle. Aquí en Granada yo solamente iba a casa a comer y a dormir e iba a todos lados en bicicleta”, va contando.
Y eso que días después de que se anunciase el estado de alarma, ha empezado “una rutina” después de pasar unos días “malgastando” el tiempo. “He decidido ponerme las pilas y marcarme un horario porque sino esto no se me iba a hacer muy largo”, confiesa uno de nuestros talentos más jóvenes.
Un regalo inesperado y fundamental
Pese a esta cuarentena forzosa, Ignacio Fontes ha tenido suerte de conseguir una cinta de correr de la forma más inesperada posible. Y ha sido gracias a la generosidad del gimnasio Holmes Place. “Yo en casa solamente tenía una bicicleta estática y eso te sirve para un par de días”, describe el atleta, que pronto se dio cuenta de que esta situación podía ir para largo.
“Estaba en el sofá, pensando lo difícil que sería ir a un gimnasio e intentar sacar una cinta de correr, así que decidí poner un tweet por probar suerte y esa misma noche me contactó la directora de Holmes Place, que es el gimnasio que también patrocina al Granada. Me explicó que al día siguiente iban a llevar material a los futbolistas, que habían hablado con el club y que podían pasar a dejarme una cinta. Me sorprendió mucho y en menos de 24 horas la tenía en casa. Estoy muy agradecido la verdad. Está claro que no es lo mismo que salir a correr fuera de casa, pero no me puedo quejar porque tengo una situación mucho mejor que la de otros compañeros”, confiesa.
Sin embargo, pese a esto, Fontes reconoce que no tiene “la mayor de las motivaciones” ahora mismo y que no está entrenando “con las mismas ganas que otras veces. No tenemos un objetivo claro y la cinta es muy monótona, pero bueno, habrá que ir sacando fuerzas de dónde sea e intentar llevar esto de la mejor forma posible”.
Aprovechar para estudiar y leer
Lo que sí tiene claro es que este parón va a venirle muy bien en sus estudios de medicina. “Me he puesto a estudiar más en serio. Tengo que aprovechar y hacer bastantes horas de estudio, que luego me vendrán muy bien, aunque no sabemos cuándo serán los exámenes”. Además, por otro lado, también confiesa que le gustaría retomar el hábito de la lectura. “Tengo algunos libros por ahí pendientes y me gustaría ponerme con ellos”.
Ha pasado unos primeros días complicados, pero el cuerpo y la mente de Ignacio Fontes ya se han puesto en marcha. “Mira, debería llevar ya unos días en Sierra Nevada”, explica un atleta que se ha marcado un gran invierno y que es consciente de que “algo” va a perder por el camino.
“Pero bueno, no pasa nada, hay que solucionar este problema de salud pública y cuando todo se arregle, veremos el calendario y cómo estamos”, cierra con la esperanza de poder salir a correr cuánto antes.
